En el eterno afán de querer ser una mejor persona, he decidido hacer promesas. Pero no a alguien, sino a mi misma. ¿A quien le importaría mis promesas?. Ademas, a cualquier persona podría engañar con excusas, pero a mi misma no me puedo mentir, hacer creer, esconder, omitir o inventar razones inexistentes, porque al final, siempre voy a saber la verdad.
Ayer hice la primera promesa, sin proponérmelo...
Dejaré de tratar de entender las acciones de mis seres amados, y "aceptarlas" porque los quiero.
Con esto no estoy creando un seudo-masoquismo, pues soy entregada, pero no estúpida. Sin embargo, quiero darle un poco de paz a mi mente, pero sobre todo a mi corazón, que no entiende por qué a veces la gente que más amo, son los que más fuerte lo pueden herir.
Mi promesa de hoy es:
Evitar un tema que me molesta... Debo mantenerlo en estricta discreción porque lejos de solucionar el problema, cuando hablo de ello con otros, solo consigo irritarme más.
La idea es conseguir paz...!
Esto tambien será un ejercicio para medir mi capacidad -actual- de fuerza de voluntad. De verdad y de todo corazón deseo cumplir estas promesas que haré a lo largo del camino, porque sería doloroso defraudarme, y con qué moral podría exigírselo a otros?...
Amanecerá y veremos.